Páginas

viernes, 19 de noviembre de 2010

CIANURO DE POTASIO



Lisergia,
hay un saltimbanqui sin ojos
y una chimenea que quiere comerme...
Encontré y reconocí tu olor
sobre el escote de una anciana
y me puse a lamerla;
parecíamos hermanos entregados
a la mentira de la sombra,
parecían guardianes de la cárcel del comercio,
no parecía que fueran a descubrirnos...
y me tomaste con fuerza de la mano
-vayámonos a casa- gritaste como un viento.
(Recogí mis ropas del suelo
y me despedí de mi amante.)
Lisergia,
encontré y reconocí tu silueta
entre la acera y la esquina,
entrelazado en los riachuelos de orina
que bordaban los adoquines,
y refregué mi sexo
(incauto)
una y otra
y otra
y otra vez hasta correrme...
apareciste de la nada
-vayámonos a casa- gritaste como un viento.
Recogí mi vergüenza del suelo
y me despedí de mi amante;
habíamos perdido
toda
toda la maldita tarde
intentando encontrarnos.


_____________________________________________________Vicente Drü

2 comentarios:

  1. Como diría un crítico de los de siempre: La poesía de Vicente Drü no deja a nadie indiferente.

    ¡Cómo cojones te va a dejar indiferente si tiene orina, "refriegas", corridas, olores, lametones,y lo que se tercie!

    Poesía provocadora y valiente, casi siempre impregnada de pasión mezclada con desesperanza.

    Ideal para superar depresiones.

    Ah: Y sin nenúfares.

    ResponderEliminar
  2. Es muy difícil poner palabras a tus palabras porque, ante tus palabras, sobran las palabras.
    No escribes, dibujas. No relatas, perfilas. Iluminas con las sombras.
    Maravilloso poema.

    ResponderEliminar