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jueves, 21 de octubre de 2010

Sesión 1

Reunido Tangram, la poesía se hace espacio entre las cañas y las copas de vino. En la primera sesión que os trasladamos, el grupo optó por descartar la discrección y se creó un auditorio predispuesto a la escucha desde el primer momento en que los versos elevaron su voz.

Un miembro del grupo escribe triste, o escribe sobre lo triste, o escribe desde la tristeza y el pesimismo del que analiza lo que habría de ser modificable en los manuales de la ética. No es fácil cambiar esa forma de ver el mundo. Pero en Tangram, hay quien le incita a ello.

Se abre el debate sobre su estilo, que no sabemos si se puede calificar de estilo, ya que también se puede interpretar como la visión del poeta sobre lo que le rodea. Al fin, no deja de ser una mirada analítica. Y él asegura que también escribe alegre. Le creemos y le sabemos...

Se apunta también, en el debate que Tangram mantiene tras las lecturas de la 1ª Sesión, que detrás de la sombra de un poema, oscuro en su tristeza, está la esperanza. Quien así discurre sobre los versos la visión que del mundo está captando, es alguien que en esa materia expresiva imprime su esperanza en la posibilidad de cambio de aquello que le acontece o que cuenta. Se apela, en este coloquio, a Carl Jung, el discípulo de Freud que vio en la sombra la búsqueda de la luz.

Desde ese paraje sombrío es desde donde mejor podemos encontrar la luz. La poesía de tristeza es, a la postre, un síntoma de esperanza.

Se define, por último, en Tangram, que hay mucha más poesía sobre la tristeza que sobre la alegría. Quizás por eso, porque el poeta necesita exorcizar la oscuridad en busca de respuestas. Más que cerrar caminos, este tipo de poemas lo que intentan es buscar otros y remover las sombras interiores. El escribir desde un cierto pesimismo es el primer paso en una búsqueda que comienza en nuestro yo más inconfesable. Interiores personales que, siempre ocultos, en la poesía afloran. Tangram  resuelve que esto es positivo, aunque, por supuesto, es bueno explorar otros caminos de expresión poética. 

¿El poema como terapia?
Dijo Freud que la meta de la terapia era hacer consciente lo inconsciente. Y en eso coincidimos en Tangram: en el poema la inconsciencia aflora, natural…

6 comentarios:

  1. Para empezar dire que se me han brokendown los acentos del teclado de este personalcomputer que el diablo confunda.Esto si que es un problema y no las memeces esas del inconsciente y el consciente. Ahora la gente va a decir que si no se acentuar, que si tal y que si cual. Soy consciente de ello y de una manera inconsciente me afecta, afecta a mi ego esa actitud castradora de reirse a mis espaldas pensando que no se acentuar correctamente, lo que nunca admitire como cierto, aunque lo sea. Me voy a tomar otra porcion de tarta Sacher a ver si se me pasa el disgusto...

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  2. Como queda claro en 'Sesión 1', TANGRAM utiliza dos métodos diferentes para hacer consciente lo insconsciente:
    1ª Mediante la poesía,
    2ª Mediante las cañas y las copas de vino.
    A mí, laa quee maázz me guzzta nnor ter lo pienszo deccirr, hip, tronco, quue te quiero musho, sabez, hip,...

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  3. Quizás sea bueno comentaros que en TANGRAM nos servimos de la poesía en dos vertientes. La primera es disfrutar escuchando a los que leen. La segunda es debatir sobre la temática de uno o varios poemas. Con ello pretendemos hacer tertulia, pero no taller literario ( no porque despreciempos esto último, sino porque entendemos que no es nuestro objetivo).

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  4. Ahora, sí incluyo un comentario sobre la entrada.
    Yo soy el miembro que "provoca" al "triste" (que es muy alegre). No le animo a cambiar, pues él se siente cómodo desde su mensaje pesimista. Sólo le invito a hacer alguna incursión en otro tipo de mensaje, para que vea si se reconoce en él como autor, y que, por otro lado, pruebe a salirse de su estilo habitual y vea si lo consigue.
    Pienso que los grandes escritores, aunque tengan un estilo personal que les identifica, son capaces de desenvolverse en otros estilos, también con calidad. Como ejemplo citaré a Gloria Fuertes, recordada por su literatura infantil, pero que tiene poemas de amor muy estimables.

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  5. Paco, no te preocupes. Cualquiera que haya leído algo tuyo sabe perfectamente que sabes escribir como es debido.
    Aunque como excusa para comer Sacher... creo que voy a bloquear mis acentos... y me tomo otro trocito!!
    Óscar, lo tuyo es de nota. ¡¡¡Pero si no bebías, no!!???

    Luis, completamente de acuerdo contigo. Hay que explorar. Pero bueno... tampoco forzar la máquina. Está claro que estás por la alegría.

    Besos a todos.
    Laura

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  6. Ya está dicho casi todo, llegué tarde, ¿será posible?
    A uno se le bloquean los acentos y se enreda en su problema..., otro (Óscar) pues, ej, aj, ij, ¡cómo es él! (eres la leshe)... y, curiosamente Luis, quien más practica la poesía de humor y muchas veces de pitorreo integral, es quien más seriamente defiende las posturas (que comparto, aunque -como dice Laura-, sin forzar la máquina mucho).
    Sí, hay que explorar nuevas formas, nueva temática y nuevas maneras de afrontarla, aunque no sea más que como experiencia. Sin embargo, el estilo, la voz, es eso que es de cada cual, es inherente a la persona concreta (poeta en este caso), es eso que nadie nos ha enseñado nunca, sino que estaba dentro de nosotros incluso antes de nosotros.
    Besos

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